Modelo de negocio

En primer lugar, para entender el proyecto empresarial de esta empresa hay que contextualizar en la familia Domínguez, dueña de la firma Adolfo Domínguez y la sastrería El Faro. 

Según el proyecto Sectores de la Nueva Economía 20+20 elaborado por la Escuela de Organización Industrial, Adolfo Domínguez se quedó con el 40% de su empresa, sacando a bolsa el resto para pagar a sus hermanos. Con este dinero, los tres hermanos (incluido el padre de las fundadoras de Bimba y Lola) fundaron la Sociedad Textil Lonia en 1996. Para entenderlo mejor, aquí se adjunta un organigrama elaborado por mí a partir de información de El Confidencial: 
Fuente: El Confidencial

Tal y como informa El Confidencial, las fundadoras de Bimba y Lola aprendieron el negocio del textil en la exitosa Lonia. Posteriormente, su marca se ha ido consolidando con instalaciones propias y el inicio de una estrategia de internacionalización de la marca. 
Según el diario digital citado anteriormente, hay que tener en cuenta que esta empresa ha sido de las pocas creadas durante la crisis y que, a pesar de la bajada del sector, Bimba y Lola ha seguido creciendo, principalmente por dirigirse a un mercado no saturado: el semilujo. Asimismo, empezaron con bolsos y accesorios pero se diversificaron con textil. 

Las oficinas centrales de la firma están situadas en Vigo, como indican en su página web. Además, que mantengan estas oficinas en Galicia, enseña la apuesta de las fundadoras por esta provincia. 
En el informe de Nueva Economía 20+20, también citado anteriormente, Bimba y Lola muestra predilección por incorporar equipos jóvenes que tienen como objetivo recoger los gustos de las mujeres urbanas y cosmopolitas, es decir, del target de la marca. El objetivo es conseguir la combinación del “saber hacer” del lugar con el atrevimiento de un equipo de diseño que sepa, darle su toque personal a todos los productos de la marca, tal y como indica el informe. 

La internacionalización está siendo rápida y exitosa desde hace unos años. En esto influyen varios factores, como por ejemplo que la oferta de Bimba y Lola abarque una amplia horquilla de precios y modelos. Así afirma el estudio anterior Nueva Economía 20+20 que Bimba y Lola es capaz de trabajar con colecciones muy grandes y variadas. Esto facilita la adaptación a diferentes públicos y, por tanto, la internacionalización de los productos.

La estrategia comercial de la marca se basa en la apertura de nuevos puntos de venta, según Nueva Economía 20+20. La finalidad es conseguir un trato personalizado a cada cliente. Las tiendas se ubican en calles céntricas y centros comerciales y, en el caso de la expansión de la empresa, la directriz es que todas las colecciones estén adaptadas a los gustos del target de cada país. 
Para poder permitir conseguir esto, Bimba y Lola cuenta con un sistema de supervisión formado por directores de cada zona (información de Nueva Economía 20+20).
Todo esto refleja los planes de mercado internacional de Bimba y Lola. 

Como cuenta el informe Nueva Economía 20+20, las colaboraciones son importantes y están presentes. Por ejemplo, los corners en El Corte Inglés y también la alianza con El Ganso. Este último proyecto, según el informe, es un intento de mejorar prácticas, recursos y talentos que realizan la Fundación Innovación Bankinter, el ÐICEX y el Círculo de Empresarios.
La venta online, según el portal oficial de la firma es la forma en la que la empresa continúa y mejora la estrategia de diversificación. 

Por último, decir que la cultura organizativa se basa en tener un número amplio de personal especializado para orientarse a los resultados. Además, este personal se reparte en un organigrama con tareas específicas y hay mecanismos de control elevados para garantizar los mejores resultados.

CONCLUSIÓN
La estrategia comercial se basa en la rápida expansión a través de tiendas propias y franquicias, la fuerte financiación y el posicionamiento en el sector semilujo femenino.

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